El arte de hablar
Artículo generado por la Psicologa Paola Atencio
Hablar como Arte en el Espacio Analítico
Escuchamos más la frase «el arte de escuchar», y me atrevo a darle un giro y decir «el arte de hablar», porque hablar es un arte por lo menos en un espacio analítico, ya que es como el escritor frente a una hoja en blanco donde se inspira a narrar una historia, en este caso la propia.
O como el pintor que frente al lienzo se inspira a crear su obra. Hablar es un arte en un espacio donde esta un analista como aquella hoja o aquel lienzo esta para el artista.
El analista/psicólogo invita al paciente a narrar su propia historia de un modo que no lo había hecho antes ya que está frente a una persona desconocida pero que el paciente siente que en ese hablar surgirá algo diferente frente a su malestar.

La Palabra es una Herramienta de Curación
Algunas personas me preguntan cuál es la herramienta para curarse del malestar psíquico, emocional que tienen. Y yo les respondo, «sin duda la palabra», hablar, hablar de lo que te sucede, hablar todo aquello que te pasa por la mente. Hablar es un primer paso para organizar las ideas, de liberarse de aquellos pensamientos que oprimen.
Ser escuchado sin prejuicios por un profesional
Luego tenemos el ser escuchado por un profesional que ha perfeccionado esa técnica, ya que la escucha es diferente porque nosotros en tanto analistas/psicólogos hemos de callar los prejuicios, las suposiciones y el propio deseo.
Ya que lo que cuenta únicamente es que el paciente pueda escuchar resonar su propio deseo, desplegar lo que quiere y lo que no quiere para descubrirse en su propio discursos. A través de intervenciones que hacemos los analistas/psicólogos vamos acortando ese camino de descubrirse.

La Importancia de la Escucha en la Salud Mental
Recuerdo unas prácticas de la materia de Psicología Anormal y Patológica en el que iba con mis estudiantes al Hospital Psiquiátrico, en una de las visitas no olvido a un paciente que estaba en la sala de espera para ser atendido por psiquiatría.
Aquel hombre se levantó de su silla se colocaba las manos en la cabeza y pedía a gritos «déjenme hablar, yo quiero hablar», llevo aquella imagen intacta en mi mente, en ese momento se unió la teoría con la experiencia y constaté la gran importancia que tiene la profesión del psicólogo si se sabe hacer el buen uso de ella.
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Conclusión
Esta necesidad de hablar y la dificultad que se presenta en diferentes países la calidad del servicio en la Salud Mental pública son de gran relevancia para el bienestar social e individual.
Cada vez son más las medicaciones que recetan ante la sintomatologías de pacientes y cada vez son más los diagnósticos que surgen, pero que ninguna de estas dos aparentes soluciones han disminuido la depresión, la ansiedad y el estrés que son causantes de otras enfermedades orgánicas, como presión arterial, problemas gastrointestinales, entre otros.
Una columna del periódico El País publica una carta de Victoria Delfino Ferro que dice lo siguiente: «Entro a la farmacia y me acerco al mostrador. Hablo con el farmacéutico y le digo el nombre del antidepresivo que me ha recetado el médico. Al salir, me abruma una sensación de vergüenza y debilidad.
Miro el ticket y veo el precio: 3,41 euros. Cualquier ciudadano está a una consulta telefónica con el médico y 3,41 euros de sentirse algo mejor. La rapidez para acceder a un blíster de pastillas y la dificultad económica de pagar un psicoterapeuta me aterran. No quiero estar a 3,41 euros de sentirme mejor. Quiero que me escuchen.»