Artículo generado por la Psicóloga Paola Atencio
Una Vida Sin Quejas
La queja es un discurso interno que nos decimos a nosotros mismos de manera consciente o inconscientemente. Aunque lo exterioricemos a otras personas, la queja nace de lo interno, ya que es una reacción individual de aquello que nos incomoda y que no percibimos bueno o adecuado para nosotros o para las personas que nos rodean.
¿Qué es la Queja? Entendiendo su Composición
Es importante saber ¿cómo está armada la queja? Primero, no es una emoción, ni es una actitud, ni es una sensación. Entonces, ¿qué es? La queja es una acción que esconde detrás dos emociones: el enojo y la tristeza. Y es una acción porque es un mecanismo de resolución de situaciones siempre fallida, esto lo constatamos porque el acto de quejarse causa alivio, pero no resuelve el problema del cual nos quejamos.
Tipos de Quejas: Funcional y Disfuncional
Existen 2 tipos de queja: Uno la funcional, esta la sentimos y al momento que la exteriorizamos nos lleva a una resolución, es decir, pasamos al siguiente nivel de accionar para eliminar o transformar aquello que causa malestar. Dos, la queja disfuncional, que es la que nos alejan de una posible solución, se convierte en un círculo vicioso, que no es llevado a otro acto que transforme lo que no nos gusta.
Razones Comunes para Quejarse
¿Por qué nos quejamos? Por aprendizaje, porque lo hemos escuchado en nuestro entorno por un largo periodo de tiempo, esto llega a convertirlo en un hábito. Personas con actitudes pesimistas, sus conversaciones giran en torno a la queja. Personas perfeccionistas y exigentes también suelen centrarse en la queja como manera de comunicar lo que no les satisface. Por contagio, al escuchar a otras personas quejándose, muchas veces de manera inconsciente, se suele tomar eso y replicarlo.
Por tener un tema de qué hablar, como un modo de conectarte con otras personas, para introducir algún tema de conversación. O con la intención de expresarnos para aliviar un malestar, dolor, sufrimiento; o por la intención de criticar algo o a alguien.
El Mecanismo de la Queja: Proyección del Malestar Propio
El mecanismo de fondo de toda queja es acusar al otro de tu propio malestar, lo que implica que cueste tanto salir de la queja, porque hacer lo contrario a quejarse significa asumir la responsabilidad, admitir que existe una equivocación propia, de la que tocaría mirar y solucionar. Es decir, exige un movimiento.
Cómo Transformar la Queja en Algo Saludable
¿Qué hacer ante la queja? Teniendo claro que detrás de la queja hay enojo y/o tristeza, entonces una estrategia efectiva es detenernos frente a la queja y preguntarnos cuánto de esa emoción realmente responde a la situación de la que estamos a punto de quejarnos, o si esa queja realmente responde a una situación de mi pasado. Si es una queja repetitiva puede estar ligada a un evento del pasado. Si te es difícil buscarlo solo o sola, un espacio terapéutico te ayudaría a encontrar esa respuesta.
Pasos Prácticos para Manejar la Queja
¡Vamos a lo práctico! ¿Cómo puedo transformar la queja en algo saludable? Tomar esa energía y gestionarla de manera diferente. Te doy unos pasos que invito que comiences a poner en práctica:
- Primero, has debido de sentir que la queja te está comenzando a dejar un mal sentir, muchas veces no basta con darnos cuenta y hace falta “voltear la tortilla” con nuestras propias manos. Para eso te invito a que te preguntes:
- Al quejarte respóndete ¿Qué resultado busco? (si te das cuenta que no hay ningún resultado, te estás quejando por quejarte, por repetir esa sensación ya familiar para ti en tu cuerpo, y esa sensación es la que hay que desaparecer).
- Escucha atentamente de qué te estás quejando y pregúntate: ¿La queja tiene que ver con algo de mi pasado, con mi infancia?
- ¿Qué realidad estoy construyendo con esa otra persona o esa otra situación de la que me estoy quejando?
- ¿De qué culpo/acuso al otro? Cuando lo identifiques, pregúntate: ¿de lo que lo culpo/acuso es algo que yo no me siento capaz o no quiero hacer por mí mismo o misma?
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Estamos hablando de una mujer adulta, divorciada, con hijos que están cursando en la universidad. Una mujer que se dedica a la docencia, y que se ha enamorado de un hombre casado. Inicia diciendo: “Desde septiembre del año pasado no he hecho más que esperar un hombre”, y es así como describe la rutina que comienza a vivir a partir de esa gran pasión.
Por Qué una Vida Sin Quejas es una Vida Libre
¿Por qué una vida sin queja es una vida libre? Porque quejarse implica dejar el control en algo externo que no puedes controlar. Esto hace que la cronificación de la queja no te permita pensar en las posibilidades que sí tienes para resolver. Por lo tanto, al dejar la queja a un lado o quejarte con la intención de buscar una solución, ya no estás sometido al malestar. Por el contrario, eres libre de crear soluciones y tomar aquella que te venga mejor para transformar esa realidad que te perturba.
Notas y Consejos Finales Sobre la Queja
Es habitual ver a las personas que se quejan, pero que se quedan en ese bucle, sin hacer nada para salir del malestar, aunque puede parecer difícil moverse de ahí, si lees esto es porque quieres hacerlo. RECUERDA QUE:
- Está comprobado científicamente que es más saludable desde el punto de vista psíquico o físico hacer algo con la queja.
- Si diriges la energía de la queja fresca, puede ser un factor de cambio.
- No se trata de no quejarse más nunca, eso es imposible, pues la queja puede ser liberadora y llevar a la catarsis. Por eso, hay que estar advertido de no sobreusarla, ya que quedarse solo en ese alivio inmediato no te permitirá resolver.
Desde el psicoanálisis apuntamos a que cada uno sepa en qué está enredado. Es una forma de reconocer que eso de lo que me quejo me concierne.
El Impacto Negativo de la Queja en la Salud
“Especialistas de la Universidad de Stanford indicaron que una persona promedio se queja entre 15 y 30 veces en un solo día. Si bien este impulso de descarga provoca una sensación de bienestar por manifestar aquello que no nos gusta, puede dañar el sistema neurológico, según se pudo conocer en la investigación realizada recientemente.”
Conclusión
La queja lleva al aumento del estrés, y el dolor crónico son algunas de las consecuencias que podría enfrentar nuestro cuerpo y, por ende, nuestra salud en general si hacemos de la queja una constante cotidiana, debido a que el cerebro interpreta la queja como una amenaza, elevando el cortisol, que es la hormona del estrés. Este neurotransmisor se eleva como señal de que hay que huir del peligro, pero al no ver peligro, solo nos cargamos emocionalmente de manera innecesaria.
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