El Duelo y las Pérdidas: Un Proceso Emocional y Complejo
Artículo generado por la Psicóloga Paola Atencio
¿Cómo afrontar el duelo?
El duelo es un proceso intrincado que surge como consecuencia de una pérdida significativa. Esta puede manifestarse en formas abstractas, como la pérdida de ideales (valores familiares, libertad, entre otros) o en formas más concretas, como la pérdida a través de la muerte de un ser querido o separaciones amorosas, entre otros eventos dolorosos.
La Naturaleza del Duelo y sus Múltiples Facetas

No todas las pérdidas generan un duelo; es necesario que exista un significado profundo en lo que se ha perdido, sentir que esa persona o lugar ocupaba un espacio especial y viceversa para que surja el duelo.
El proceso de duelo puede llevar a experimentar una gama variada de emociones: confusión, desorientación, inquietud, e incluso una sensación de rigidez emocional.
Puede estar impregnado de incertidumbre y sentimientos más intensos como la ira, la agonía o la amargura por sentirse abandonado. En algunos casos, como la pérdida de un ser querido tras una enfermedad terminal, el cuidador puede experimentar sentimientos contradictorios de alivio y gratitud, mezclados con vergüenza o culpa.
La Complejidad del Proceso de Duelo

Es crucial comprender que el duelo abarca una complejidad emocional que lo hace difícil de experimentar, entender y abordar. A menudo, las teorías que intentan abordar el duelo lo simplifican, describiéndolo como un proceso lineal que pasa por etapas específicas (negación, ira, negociación, depresión y aceptación). Sin embargo, esta visión no contempla la singularidad de cada experiencia de duelo ni su carácter no lineal.
En una consulta psicológica personalizada, se reconoce que cada duelo es único. No todas las personas transitan las mismas etapas ni utilizan los mismos mecanismos para alcanzar la resolución. El proceso puede ser fluctuante, circular e infinito para algunos.
Asistencia Psicológica en el Proceso de Duelo

Tras una pérdida significativa, es necesario reorganizar hábitos y expectativas. Este reajuste requiere tiempo y orientación profesional en consulta psicológica para permitir el cierre de esa herida emocional. El proceso de duelo no implica olvidar, sino adoptar una nueva perspectiva hacia las cicatrices emocionales y los recuerdos.
Inicialmente, puede haber dolor, pero con el trabajo psicológico adecuado, estos recuerdos pueden llevar consigo momentos de alegría.
En las primeras etapas del duelo, la energía emocional está centrada en este proceso. Sin embargo, la terapia psicológica permite que esta energía se desplace hacia otras áreas de la vida, como actividades o relaciones, a medida que disminuye la angustia inicial.
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Factores en el Proceso de Duelo

El tiempo necesario para transitar el duelo varía según la naturaleza y la intensidad de la pérdida, así como la persona que la experimenta. La presión de rendimiento de la sociedad a menudo induce a buscar una recuperación rápida, lo cual puede llevar al uso innecesario de medicamentos que prolongan el duelo, manifestándose posteriormente en otros síntomas emocionales o físicos.
Conclusión
En conclusión, según mi experiencia como psicoanalista el duelo es un trabajo emocional que requiere atención y tiempo. Cuando no sea posible enfrentarlo por cuenta propia, buscar ayuda profesional a través de la consulta psicológica puede facilitar este proceso de recuperación emocional.