Artículo generado por la Psicóloga Paola Atencio
La Búsqueda De Mi Propósito De Vida
Les he hablado sobre el propósito y sentido de vida desde un recorrido filosófico, teórico y profesional, es decir lo que escucho dentro y fuera del consultorio. En esta oportunidad quiero hablarles desde mi experiencia personal, cómo he experimentado la búsqueda de mi propósito y sentido de vida.
El Inicio De Mi Búsqueda
Durante mi adolescencia imaginé mi futuro, a los 20 años terminando una carrera profesional, y construyendo un hogar. Comienzo la universidad estudiando Derecho/abogacía, carrera que decido estudiar porque los adultos me decían que iba ser muy buena abogada porque me gustaba “discutir y tener la razón”.
Yo me identifiqué a esa referencia, así que no dudé en empezar esta carrera. Cursé tres semestres donde hice mi mayor esfuerzo por interesarme, pero se me hizo imposible; en fin, no era mi profesión como lo creían los que me rodeaban (¡primer momento donde me doy cuenta que los adultos también se equivocan!).
Decido no seguir estudiándolo y de allí comienza mi primera búsqueda: “¿Qué me gusta a mí? ¿A qué me gustaría dedicarme?”. Ya sabía que la respuesta no me la iban a dar aquellas adultos, así que fue la primera lección donde entendí que la respuesta la debía buscar en mí misma.

La Influencia De los Padres
Tenía una referencia, desde muy joven mi padre me dijo un día: “Paola, yo no trabajo, yo disfruto lo que hago”. No solo me lo dijo, sino que también lo observé en él, como efectivamente mi papá disfrutaba lo que hacía cada día, cómo hacía su trabajo, se despertaba de madrugada para ir a la hacienda, construir su finca. Nunca tuvo una queja, hasta el cansancio físico no lo determinaba porque emocionalmente lo que hacía lo colmaba de sentido.
Y yo siempre supe que quería vivir de esa manera. Mientras me respondía, decidí estudiar T.S.U En Publicidad y Relaciones Públicas.

Decisiones Impulsadas Por Inconsciente
Esa respuesta que uno cree que la tiene por propio razonamiento, con el tiempo se da cuenta que, inevitablemente, está impulsada por motivos inconscientes. Cuando me gradúo como Técnico Superior Universitario, me dije que estudiaría Ingeniería en Producción Animal. ¿El motivo? Mi papá es hacendado, así que me identifiqué a su deseo.
Es decir, yo veía que él disfrutaba y se dedicaba mucho a su trabajo en la hacienda, entonces mi respuesta fue “voy a estudiar producción animal”, de esta manera estaría cerca de mi papá y de lo que a él le gustaba, además tenía la seguridad de un trabajo (pensaba yo).
Claro, una parte de mí se lo cuestionaba, era evidente que no me gustaban para nada los números, y sentía que esa decisión no respondía – en absoluto – a quién era yo.
La Psicología En Mi Vida
Para esos días me consigo con una amiga que se graduaba de psicóloga. Le pregunté por esta carrera ya que me llamó la atención por ciertas materias que había visto y que hacían referencia a la psicología. Estas materias me atrajeron mucho porque se relacionaban con esa parte de mí que le gusta indagar las causas, navegar en profundidades y entenderlas.
Hago mis averiguaciones con respecto a la carrera que, es paradójico, porque la daban en la universidad donde 4 años antes había estudiado Derecho y que, a pesar de tener la escuela de psicología al lado, nunca me había planteado estudiarla. Esto se debe a que la respuesta a “¿Qué quiero yo?” estaba más guiada por lo que los demás querían o decían.
Descubriendo Mi Verdadero Propósito
Decido estudiar psicología y en este tiempo comienzo a ir a terapia psicoanalítica. Momento en el que entiendo que cuando a uno le gusta algo, eso no concluye. Me gradúo y comienzo la Maestría en Psicología Clínica. Junto con estos estudios también curso los módulos de psicoanálisis, voy a jornadas, congresos, y me sumerjo en este mundo académico y profesional que determinaba un propósito en mi vida.
Logro identificar con el tiempo y con el análisis/terapia que me entusiasma transmitir. Eso estaba ahí latente y lo puse en acción con la escritura y también en la docencia. Sin embargo, sentía que me faltaba aún algo por hacer con esa necesidad de transmitir que le daba sentido y propósito a mi vida. Pero en el camino de descubrirlo se atraviesa la situación crítica en Venezuela.

La Situación Crítica En Venezuela
Comienza la caída económica, social, cultural, y con ellas las emigraciones y las pérdidas familiares, materiales, los ideales, etc. Como lo he mencionado en otros artículos y videos: Los psicólogos, psicoanalistas no estamos exentos a los acontecimientos que aparecen en el mundo y que nos marcan de manera emocional, personal, mental y que va a influir en las decisiones que tomamos. Un ejemplo de esto es que decido irme a Estados Unidos por unos meses.
Pensé: “Si otros se van para allá, ¿por qué yo no? Si yo puedo hacerlo, debo hacerlo…”. Además, una prima (que es más una hermana) se acababa de ir con su familia, y sentí una gran necesidad de estar cerca de ella. Todo esto se junta y decido irme (irme sin tener claro mis objetivos personales).

La Experiencia de Vacío Emocional
Llego a EEUU, y con el pasar de los días me contacté con el vacío. Ese vacío de la existencia misma, vacío de propósito, de sentido, de objetivos, de rumbo, de referencias, de todo… Es ese momento donde me pregunté sin armaduras, sin poderlo tapar con nada ni nadie: “¿Cuál es el sentido de mi vida? ¿Qué sentido tiene todo esto? ¿Qué quiero yo?”.
Conocí a muchas personas, les preguntaba y los escuchaba. Algunos su propósito era “hacer dinero para crear algún negocio; conseguir una pareja y formar un hogar y establecerse en Estados Unidos”; otros siempre les había atraído el país y aprovecharon la oportunidad de establecerse allá; otras personas les urgía la necesidad de enviar dinero a sus familias que seguían en Venezuela o México.
Otras personas recuerdo que me dijeron que tomaron esta oportunidad para independizarse de sus padres ya que por tener otras preferencias sexuales no se sentían libres en el país donde residían”. Había muchas personas y muchos casos, pero ninguno era el mío, me quedé sin referencias. Y yo debía buscar el mi propia referencia. Decido regresar a Venezuela antes del tiempo que tenía establecido.

Regreso A Venezuela
La situación seguía siendo crítica en el país, pero yo venía con un aprendizaje. Si me iba a otro país, debía saber primero en qué eje se movía esta decisión para poder entender lo que estaba viviendo y darle una solución. En mi caso, fue necesario la ayuda de un psicoanalista.
Vivía mucha angustia, sentía mucha soledad, había miles de preguntas en mi cabeza y la experiencia me decía que ninguna respuesta me la iba a dar alguien externo a mí (aun teniendo apoyo de mis padres, pareja y amigos, esa respuesta solo podía dármela yo, ellos no podían entender lo que yo sentía y sus consejos eran para tener una salida inmediata, pero en mí se desprendía algo más que solo con irme o quedarme no se iba a solucionar).
Por lo tanto, me tocaba a mí darme esa respuesta, pero ¿cómo hacerlo si estaba sumergida en un océano de angustia, vacío, soledad y dudas? ¡Ir al psicoanalista!
Observaciones En Estados Unidos
En EEUU. Vi una realidad muy fuerte, mucha necesidad, personas con otras realidades bastante decadentes. Trabajos arduos donde la dignidad humana se ve denigrada. Jóvenes solos en trabajos que ponían en riesgo su salud y que al pasarles cualquier cosa no contaban con familias o amigos que les tendieran la mano:
Recuerdo a una joven en específico, que durante el trabajo se fracturó el pie, la sacaron del trabajo y tuvo que retornar a Venezuela, no podía seguir trabajando en esa condición, escasamente iniciaba a estabilizarse y las pocas personas que apenas empezaba a tratar estaban también sumergidos en su realidad de trabajo y procurarse soluciones para estabilizarse.
Cada persona luchaba -y aun es así- día a día para rehacer una vida más estable y digna, unas con más recursos que otros, y otros con objetivos más claros que otros, pero todos en esa constante lucha entre la realidad del trabajo y lo emocional.

Continuación De Mi Camino En Venezuela
Al retomar mis actividades en Venezuela, cuando miro en retrospectiva, me doy cuenta que había algo que yo no solté en todo este movimiento migratorio: no soltaba mi profesión. Me había llevado tres libros de Sigmund Freud y seguía atendiendo mis pacientes de manera online, eso me sostenía (ahí estaba ubicado algo de mi propósito).
Entonces, si volvía a emigrar, era en base a mi ejercicio profesional. Ese era mi eje. Colombia me abrió las puertas en una gran universidad, la docencia y atender pacientes era una brújula.
Identificación Del Propósito De Vida
Fue frente a un psicoanalista y en un recorrido de mi trabajo analítico que pude identificar el punto central de mi deseo (como lo llama Jacques Lacan desde el psicoanálisis) o propósito de vida (como lo llama la psicología tradicional), transmitir mis conocimientos que se van renovando constantemente.
Quiero que sepan que, para identificar ese propósito es un camino que no es lineal y que también, por lo menos en mi caso, requerí un psicoanalista que me orientara para ver cosas que yo no podía ver. Que en todo ese estado emocional pudiera sacar algo que fuera un punto de partida entre tantos nudos y desenredar, además desenredar con las mejores salidas posible, con las mejores herramientas posibles.
Conclusión
Pacientes me preguntan si, es posible rescatar el propósito de vida, habiendo emigrado y teniendo arduos trabajos, y si es posible. No necesariamente tienes que convertir tu propósito de vida en tu trabajo, muchas personas prefieren desligar el trabajo de su propósito. Lo importante es tener ese para qué, que te anima y ya después tu decidirás qué hacer con eso.
Esto nos pasa a cada uno de manera distinta, te invito a que repases cómo ha sido tu historia, cómo la has vivido. Y recuerda que toda esta información que te transmito es con la intención de que te permita hacerte preguntas que te lleven a identificar cosas en ti, que te llevaran a los cambios que quieras. Ten presente que cuando no basta con escuchar un testimonio, cuando no basta algo que leemos, si persiste algún malestar, si persisten las dudas, si persiste algo que te obstaculiza sentirte y ser tú mismo o tú misma, acudir a un profesional puede esclarecer tu camino.