Artículo generado por la Psicóloga Paola Atencio
Cómo ayuda el psicoanálisis
El psicoanálisis mantiene su vigencia y su eficacia porque trabaja con lo más íntimo de cada persona. Un psicoanalista trabaja desde la palabra sin dejar atrás lo que el paciente siente en el cuerpo. Respeta y exalta la particularidad de cada uno, y esto permite que el paciente no se sienta juzgado, dándole un aire de libertad de hablar y de ser, consiguiendo así desde las primeras sesiones dosificar la angustia.
Esto le da la apertura a ser más que una terapia una experiencia dando lugar a que el paciente o el analizante (como lo llamamos desde el psicoanálisis) salga de su repetición y sea capaz de trazarse nuevos caminos.
¿Puedo llegar a un cambio con el conocimiento suficiente?
Desde la práctica psicoanalítica entendemos que solo el conocimiento no es suficiente para que haya un cambio, hace falta esa experiencia que se vive dentro de una sesión de psicoanálisis, donde a través de las intervenciones y el trabajo que realiza el psicoanalista, el paciente va a descubrir su verdadera problemática, logrando desprenderse de lo que le genera malestar emocional y que solo por sí mismo no había podido dar solución.
Pero...
¿Cómo funciona el psicoanálisis?
Existen diversas maneras de explicar el psicoanálisis, pero la manera más real es la que cada persona vive de su propia experiencia dentro de una sesión de psicoanalítica. Esto se debe a que cada historia es diferente, cada manera de hacer con la alternancia de la vida también es diferente; los rasgos, las personalidades, las creencias, todo es distinto en cada persona, por lo tanto, lo que cada uno descubrirá de sí mismo será distinto, al igual que el resultado.
¿Cómo ha sido mi experiencia con el psicoanálisis?
En el 2015 fui a la ciudad de Valledupar, Colombia con grandes colegas a transmitir la vigencia de la teoría psicoanalítica, nos presentamos en la universidad donde transmitimos un documental llamado La primera Sesión de Gerard Miller, al finalizar los estudiantes expresaron su sorpresa al ver la vigencia del psicoanálisis, pues pensaban que, en palabras de una estudiante “el psicoanálisis había muerto con Sigmund Freud”.
Desde ese momento constatamos que teníamos un gran trabajo por hacer, dando constancia que esta teoría es una práctica vigente, y que sus efectos son indiscutibles y además indispensable para quien decida dar el paso de atravesar su queja y malestar.
Retomando esta experiencia, recuerdo que, algunas personas llegaron a ver esto como un motivo de desistir “si no conocen el psicoanálisis entonces será muy difícil”, “no hay más psicoanalistas, será difícil” , por el contrario mi colega y yo nos sentimos animadas al trabajo, vimos aquella experiencia como un terreno fértil para sembrar lo que estudiábamos y constatábamos en nuestra vida profesional y personal.
Nunca lo pensamos diferentes, así que nos pusimos manos a la obra a llevar el psicoanálisis a la ciudad de Valledupar con talleres, seminarios, clases en las universidades, espacios de estudios. Y por supuesto la experiencia clínica que es una experiencia como lo decía anteriormente individual.
¿Cuándo dar el paso de ir a un psicoanalista?
Es una decisión subjetiva, y los pasos en esta experiencia no son en línea recta, lleva un tiempo tomar conciencia de los rasgos de ti mismo que te perturban, y de los que habías podido ser indiferente. Develar estos rasgos te llevaran a cambiar tu relación contigo mismo.
A su vez te permite que te desprendas de lo que te genera malestar para comenzar a hacer de tu vida otro rumbo. Es por esto que el psicoanálisis más que una terapia es una experiencia que permite ir más allá del conocimiento sobre sí mismo, ayudando a descubrir la verdadera problemática que perturba tu bienestar.